Santa Cruz de Tenerife, a 3 de noviembre de 2013

Querido Adonai:

En estos momentos, tras tu partida tan inesperada y dolorosa, sentimientos de pena y tristeza invaden nuestro corazón. Me viene el recuerdo de aquel niño, medio inglés, que estuvo en mi clase. Llegaste tarde. Ya había comenzado el curso, pero en unos días nos habías conquistado a todos. A mi la primera. Tu pelo rubio, tus ojos claros, pero sobre todo, esa risa alegre y cantarina que contagiabas a todos los que te conocíamos.

Conecté con tus padres, gente buena y responsable, comprometidos contigo.

Querido Adonai, ha sido un placer conocerte y ser una de tus maestras. Me alegra saber que tuvieras tan buenos recuerdos de nuestro Echeyde.

Ahora estás en el cielo, porque el cielo, Adonai, está lleno de chicos excelentes como tú.

¡Qué Dios te bendiga!

Tu profesora.

Mercedes Déniz Padilla

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