Hemos sustituido el aula por un restaurante, los pupitres por mesas y los bolígrafos por tenedor y cuchillo para dar una clase con sabor francés.

Una clase con sabor francés

Una clase con sabor francés. El momento de elegir del menú.

La Boèheme de Emilie es una crepería ubicada en Candelaria a orillas del mar, un mar que hoy nos ha recibido algo encrespado debido al característico viento de la costa de Igueste de Candelaria. Émilie y Josette son hija y madre respectivamente. Un tándem que regenta con mucha simpatía este negocio culinario dedicado a la cocina francesa.

El Departamento de Francés, como cada año, ha decidido sustituir el aula por una clase con sabor francés. Emilie y Josette son dos excelentes cocineras oriundas de Toulouse, capital histórica de la provincia de Languedoc, que tuvieron la genial idea de ofrecer un menú para estudiantes que desearan poner en práctica sus conocimientos del idioma, además de saborear suculentas crêpes, muy extendidos en la cocina francesa.

Las profesoras de francés han guiado esta experiencia de comunicación real, puesto que el alumnado tuvo conversar con las camareras, solicitar la comanda y elegir el postre y bebida en el idioma galo.

Emilie regenta con mucha simpatía su negocio.

Emilie regenta con mucha simpatía su negocio.

La actividad complementaria que comenzó a las 11 de la mañana, arrancó con un juego de pistas por equipos que consistía en seguir un itinerario en francés y adivinar las respuestas que se les presentaban

El objetivo de este tipo de actividades persigue enfrentar al alumnado a escenarios donde la comunicación en otro idioma es real, uns situación de inmersión lingüística. Con ello se consigue adquirir más confianza en sí mismos, expresar sus preferencias en francés, conocer los gustos de personas de otros países y charlar sobre aspectos culturales de Francia, entre otros.

Émilie lleva 14 años en Tenerife. A su llegada pasó por las aulas del Colegio Echeyde de Arona, una experiencia de la que guarda muy buenos recuerdos. En el centro conoció a su mejor amiga y Tenerife se ha convertido en su segunda patria, aunque ella confiesa que «es más canaria que francesa».

Les deseamos mucho éxito y les animamos a continuar con esta doble tarea: mostrar la excelencia de la cocina francesa y compartir su idioma con los centros educativos por medio de una clase con sabor francés.

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